Muchas veces me imaginé en la nebulosa de tus inconstancias...
Cientos de veces resigné mis deseos a tus tiempos...
Miles de veces me prometí no ceder...
Llegó el día de la claridad revelada, del “nunca más” estricto, del renuncio concreto y del adiós definitivo...
Llegó el día de la claridad revelada, del “nunca más” estricto, del renuncio concreto y del adiós definitivo...
Hoy sé que mi alma se sentirá perdida, sin foco y descentrada;
pero el espejo al fin me devolverá la expresión, jamás tuya y siempre mía...